jueves, 23 de abril de 2020

FILIPENSES CAPITULO DOS


Humillación y exaltación de Cristo

1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión
del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 
2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 
3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 
4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Luminares en el mundo
12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente,
sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 
15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos
de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo; 
16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de
Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 
17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos
vosotros. 
18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.
Timoteo y Epafrodito
19 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo
al saber de vuestro estado; 
20 pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se
interese por vosotros. 
21 Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
22 Pero
ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. 
23 Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos; 
24 y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.
25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de
milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 
26 porque él tenía gran deseo de
veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.
27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no
solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. 
28 Así que le
envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.
29 Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; 
30 porque
por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en
vuestro servicio por

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